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Enología

Elaboración de vinos tintos: ¿mejor en roble, hormigón o acero?

Una investigación realizada en la Universidad Maza analizó cómo varía la influencia del oxigeno en la etapa de crianza del vino, según el tipo de recipiente utilizado.

La modificación de las propiedades sensoriales para comprobar la influencia del oxígeno sobre la composición fenólica y los atributos sensoriales del vino tinto, según distintos recipientes de conservación fue objeto de estudio de investigadores de la Universidad Maza.

Para eso estudiaron el añejamiento del malbec en roble, hormigón y acero inoxidable, ya que en cada uno de ellos hay diferentes permeabilidades de oxígeno, que modifica la composición química y los caracteres sensoriales del producto.

Para el ensayo se utilizaron uvas malbec de Gualtallary (Valle de Uco), cosechadas en madurez tecnológica (23-24° Brix) y vinificadas siguiendo un protocolo estándar.

Martín Fanzone, uno de los especialistas explicó que «la composición fenólica es un grupo de compuestos químicos cualitativamente importantes para el vino, que son sintetizados en las uvas y transferidos durante la vinificación, contribuyendo a ciertas propiedades organolépticas en el producto final».

Además, destacó que «el añejamiento o crianza de un vino comprende el período de tiempo transcurrido desde el final de los procesos fermentativos hasta su consumo. También influyen en él otros factores como el tiempo y la temperatura, entre otros».

El proceso

Tras finalizar la fermentación maloláctica, proceso por el cual el ácido málico se transforma químicamente en ácido láctico, el vino obtenido se dividió por triplicado en huevos de hormigón (2000 litros), barricas de roble francés (225 litros) y tanques de acero inoxidable (100 litros).

La conservación de los vinos se realizó por un período de seis meses en condiciones controladas de humedad y temperatura. Durante esta etapa se llevó a cabo la medición de oxígeno disuelto, se determinaron los parámetros químicos generales (alcohol, pH, acidez titulable, acidez volátil, anhídrido sulfuroso libre y total) y se evaluaron los parámetros fenólicos globales (fenoles, taninos, antocianos, pigmentos poliméricos) y atributos de color.

El también docente de la Universidad Maza indicó que «la idea de evaluar estos materiales (acero, hormigón y roble), surgió en base al auge que los recipientes ovoides de concreto han tenido en los últimos años. Todos tienen diferentes condiciones de permeabilidad al oxígeno y, por lo tanto, podrían generar una evolución diferencial del vino en el tiempo. La idea del estudio fue comparar los tres depósitos y comprobar si realmente se puede interpretar el impacto del material en el producto final, ya que la forma de los recipientes utilizados fue diferente».

La influencia del oxígeno

Allí interviene en el proceso fermentativo, siendo un elemento clave para el desarrollo y metabolismo de las levaduras y participa en forma activa durante el proceso de crianza.

Su incorporación en pequeñas dosis al vino terminado puede favorecer reacciones de estabilización del color y modificación de astringencia. Si la oxigenación es excesiva, se puede comprometer la calidad química y sensorial del vino y su adecuada evolución en el tiempo.

También puede generar importantes defectos organolépticos de gran impacto en el mercado, representados por aromas de oxidación.

Más trabajo por delante

Los resultados de este trabajo determinaron que el añejamiento en vasijas de hormigón promovió mayor oxígeno disuelto en los vinos, con niveles 2 y 3 veces superiores a los tratamientos en roble y acero inoxidable, respectivamente.

El hormigón mostró asimismo un efecto relativo sobre la composición fenólica, con tendencia hacia niveles superiores de antocianinas, taninos, pigmentos poliméricos y mayor color en los vinos.

Este ensayo se complementará con estudios posteriores tendientes a evaluar el impacto del material de conservación sobre la composición mineral, odorante y fenólica y sobre los atributos sensoriales de vinos de otras variedades de uvas.

Los integrantes del informe: Facultad de Enología y Agroindustrias de la Universidad Maza y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)

Dr. Martín Fanzone, Mg. Marcelo Franchetti y el Ing. Agr. Santiago Sari.

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Turismo

Fútbol por los caminos del vino: Mendoza recibe al Mundial Sub 20 con «su Messi del turismo»

Es la sede más cercana desde la Patagonia, con conexión aérea directa desde Neuquén. Desde la provincia se activa la organización como una de las sedes del Campeonato Mundial Sub 20 bajo esta consigna. 

Mendoza será el destino más cercano para los patagónicos que quieran ir a ver el Mundial Sub 20. Las pasiones no solo se pueden vivir en la cancha, porque esta sede del Campeonato Mundial Sub 20 comenzó a organizar paseos para recibir a los turistas, bajo la consigna “fútbol por los caminos del vino”.

“Nuestro Messi es el vino, y en esta ocasión tenemos para ofrecerlo al mundo una vez más junto con la organización adecuada e infraestructura deportiva y hotelera que demandan los protocolos internacionales”, expresó ministra de Turismo y Cultura de Mendoza, Nora Vicario en Télam Radio.

La ministra mencionó que la Organización Mundial del Turismo (OMT) subrayó que “el turismo deportivo ha tenido gran crecimiento pos pandemia, que le ha aportado al turismo un gran crecimiento relacionado con eventos deportivos”.

Mendoza recibirá en total 14 partidos entre fase de grupo y octavos de final del domingo 21 de mayo, al martes 30 de mayo. El comité organizador solicitó sentar base en la provincia. Es decir que la FIFA estará en Mendoza y desde aquí se trasladará al resto de las sedes que Argentina tendrá durante el mundial.

En Mendoza, el otoño regala un clima benigno. A diferencia de veranos muy calurosos y de inviernos muy fríos, en otoño es la época ideal para visitar gran cantidad de interesantes lugares, donde los colores ocres y amarillos de los árboles dan un toque especial al paisaje.

Es ésta una excelente excusa para recorrer las típicas arboledas y así visitar bodegas y degustar vinos y la gastronomía del lugar, o para admirar las Áreas Protegidas o los Parques Provinciales. Sin duda las rutas del vino se disfrutan durante las cuatro estaciones.

Son muchas las modalidades que ofrecen los operadores turísticos locales para recorrer las bodegas y viñedos de la zona. A caballo, en bicicleta, en autos antiguos, en globo, a pie. Son más de 1.200 bodegas, muchas de las cuales abren sus puertas al visitante para contarle la historia y los procesos que rodean a esta bebida.

Mendoza en otoño también ofrece alternativas para disfrutar de los beneficios que aportan las aguas mineralizadas. Se trata de los complejos termales de Cacheuta, Los Molles y El Challao. La propuesta combina descanso, aventura y los mejores vinos del país.

También en Malargüe, junto al río Atuel, a unos 2.180 metros de altura sobre la RP 220, el visitante accede a un abandonado complejo termal que supo ser en las décadas del 30 y del 40 un suntuoso alojamiento de alta gama. Se trata de las ruinas del Hotel Termas El Sosneado. El manantial de aguas termales es de origen volcánico y en temporada estival recibe turistas que aprovechan sus propiedades curativas.

Conectividad aérea a Mendoza

Mendoza tiene conectividad directa con el aeropuerto de Neuquén con Aerolíneas Argentinas. Si tiene una fecha flexible puede conseguir pasajes desde $17.342, pero para viajar el sábado previo al partido, los pasajes se consiguen desde $25.373.

Además hay 184 vuelos entre cabotaje e internacionales por semana, con 4 destinos directos internacionales y 9 de cabotaje, lo que significa 13 aeropuertos con servicios a la provincia. La ruta más activa es Buenos Aires-Mendoza, con 100 vuelos. Además, la provincia cuenta con 9 vuelos regulares por semana hacia San Pablo, Brasil.

Actualmente, Mendoza cuenta con vuelos directos de Santiago de Chile -vía Sky Airline, LATAM Chile, LATAM Brasil, Aerolíneas Argentinas-, San Pablo -vía Gol Linhas Aéreas, LATAM Brasil, Aerolíneas Argentinas-, Panamá -Copa Airlines- y Lima -LATAM Perú-, las cuales tienen muy buena ocupación sostenida.

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Enología

Cómo darse cuenta si un vino está picado: claves para reconocer defectos en el aroma y el sabor

No hace falta ser un experto para notar el mal estado de un vino, pero esta guía ayuda a identificar algunos detalles fundamentales.

Los bebedores más entrenados dirán que pueden notarlo inmediatamente. Apenas verlo u olerlo al descorcharlo y servirlo en la copa lo detectan. En otros, se instala la sospecha. ¿Cómo se reconoce un vino en mal estado? ¿Cuáles son las claves para darse cuenta si un vino está picado, avinagrado u oxidado y cuál es la diferencia entre este tipo de “defectos” que se puede encontrar en la bebida?

Marcela Rienzo, presidenta de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS) sostiene que no hace falta ser un experto/a para identificar estas fallas. Sin embargo, en su libro Chin Chin, El vino es fácil, brinda algunas pautas para considerar como indicadores de algo no está del todo bien.

“Ocasionalmente, podrás encontrar una botella que no huela bien o que el vino no tenga rico gusto. Puede pasar. Si al acercarte a la copa no encontrás aromas agradables o hay algo que molesta en la lengua, es posible que el vino tenga un defecto”, explica.

Cómo reconocer un vino en mal estado: picado o avinagrado, oxidado o con brett

El mal aroma es el principal indicador del mal estado del vino. Foto: Martín Bonetto.

Ante todo, advierte Rienzo, hay que destacar que esta situación es cada vez menos frecuente, ya que en Argentina “casi todos los vinos hoy están muy bien hechos”.

Corcho o encorchado: El vino con este defecto tiene olor a cartón mojado, a trapo de piso sucio o a armario húmedo. Esto se debe a una contaminación de cloro o de bromo en el corcho, por lo tanto, aparece únicamente en las botellas que están tapadas con corcho natural. Las moléculas responsables se llaman TCA o TBA y son el terror de enólogos y bodegueros.

Avinagrado: En el vino naturalmente hay acidez, y es muy importante que así sea. La acidez es una parte fundamental del vino. Pero cuando prospera una bacteria llamada ascética (la misma con la que se hace el vinagre o ácido ascético) y se pasa de la raya, el vino se acidifica y aparece «avinagrado».

Ojo, hay muchos vinos que tienen una acidez alta, lo que puede molestar a quienes no están acostumbrados. Pero el vino avinagrado es feo, desagradable, no está en concordancia con los otros sabores. Ahí es cuando decimos que el vino está «picado».

Oxidado: Como se puede deducir, se trata de un vino que se expuso a su enemigo número uno: el oxígeno. A veces falló el corcho, a veces hubo algún problema en la elaboración. Ese vino se va a sentir como «cansado», sin aroma a frutas, y generalmente es amarronado, como teja o ladrillo.

Brett: Este es un defecto a medias, porque a muchos bebedores les puede gustar cuando está presente en poquísimas cantidades. El brett es una contaminación de los tanques donde se elabora el vino con un tipo de levaduras, las Brettanomyces (que no son las que se usan para fermentar mosto) de los recipientes donde se elaboran vinos. Se perciben aromas desagradables a corral o a sudor de caballo.

Finalmente, concluye Rienzo, “cualquier aroma desagradable es una buena pista, así que confiá en tu nariz y en tu instinto para definir si un vino está sano o no”.

La sommelier Marcela Rienzo y su libro «Chin Chin, el vino es fácil».

Si tomé un vino picado: ¿me puede hacer mal?

Por si algún lector alguna vez tomó un vino de estas características con preocupación, la sommelier aclara que un vino con defectos no es tóxico, es decir, no tiene riesgos para la salud. Solo hace que la experiencia de degustarlo no sea tan grata.

En cuanto a qué hacer si encontramos un vino en estas condiciones, depende del contexto en que lo hagamos. Si estamos en un restaurante, Rienzo recomienda consultar al camarero o sommelier, ya que siempre se puede pedir un cambio de botella.

Fuente: Clarín

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Enología

8 ACTRICES Y CANTANTES FAMOSAS EN TODO EL MUNDO QUE INVITAN A PROBAR SUS PROPIOS VINOS

No es necesario ser dueñas de un viñedo, aunque algunas lo tienen. Pero la idea de brindar con su marca llevó varias megastars a contactarse con expertos y aprender cómo convertirse en winemaker. Desde Cameron Díaz a Madonna, te contamos cuáles son las celebrities que levantan la copa y reciben aplausos.

En su personaje más famoso, solía caminar por las calles de Nueva York, escribir sobre encuentros y desencuentros y disfrutar de su bebida preferida: un Cosmopolitan en la barra de un lujoso bar. Sin embargo, hoy Sarah Jessica Parker, la actriz que interpretó a Carrie Bradshaw en “Sex & the City”, optó por estar del otro lado del mostrador. Ahora no solo disfruta de los mejores vinos sino que tiene uno con su marca.

No está sola. Con el aval de su nombre, son muchas las actrices y cantantes que optaron por dar vida a su propio producto. Así como algunas celebrities se pusieron el delantal, otras compraron acciones de viñedos o incluso una bodega, y en todos los casos se capacitaron para dejar a su criatura en manos de los mejores profesionales del sector.

Aquí un resumen de las famosas que se dieron tiempo para soñar con convertirse en winemakers, y lo lograron.

Quiénes son las famosas con vinos propios

1. Nunca abandonar el glamour

Más allá de que su personaje logró posicionarse como uno de los referentes de la moda, la actriz y productora Sarah Jessica Parker supo trasladar ese glamour a su propia vida. No solo creó una marca de lujosos zapatos que tiene local en pleno NYC, sino que además se animó a su vino.
Se trata de Invivo X, SJP Sauvignon Blanc, que llegó a las góndolas en septiembre de 2019 y se agotó en pocos meses. Y eso no es todo: ocupó uno de los 100 primeros lugares de Wine Spectator con el calificativo de “emocionante”.
Es un vino apto para veganos y de producción ecológica. Para llegar a obtener el producto que pretendía, Parker viajó por distintas partes del mundo y recaló en la región de Marlborough, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, de donde son las uvas.

Su vino ocupó uno de los 100 primeros lugares de Wine Spectator.

Las críticas de los especialistas son excelentes y sostienen que es un vino con notas a cítricos maduros y frutas tropicales. Se puede tomar bien frío y maridar con platos de verano.

2. Veganismo y vida sana

Mucho se habló cuando dejó la actuación. Aunque los agoreros hablaron de que atravesaba un mal momento, lo cierto es que a Cameron Díaz no se la ve nada mal.
Se dedicó a un estilo de vida saludable y lanzó al mercado su propia línea de vinos rosados y blancos, recibidos por los críticos con calificaciones digamos que no como para ganar un Oscar.
La marca se llama Avaline y es el sello de vinos elaborados con uvas orgánicas certificadas de viñedos de Cataluña. La propia protagonista de “Loco por Mary” hace la mejor publicidad al comunicarlos en redes como “son vinos limpios que están llenos de bondad natural y libres de docenas de extras no deseados y no revelados”.

Cameron Diaz dice: “son vinos limpios que están llenos de bondad natural y libres de docenas de extras no deseados y no revelados”.

Por ser un vino elaborado con uvas orgánicas se encuentra en estado puro, “creado con bebedores exigentes (y amigos) en mente”, define la estrella. Cuestan 24 dólares y pueden comprarse a través del sitio web de la empresa o en supermercados en California.

3. De Australia a la costa de Provenza

En plena pandemia y con la imposibilidad de ofrecer shows, Kylie Minogue sorprendió al lanzar una marca de vino con su nombre en la etiqueta, que fue un verdadero éxito. Y hace semanas sacó a la venta una segunda propuesta, un rosado provenzal, elaborado en la costa mediterránea de Hyères.

Kylie Minogue sorprendió al lanzar una marca de vino con su nombre en la etiqueta.

Desde que arrancó logró vender tres millones de botellas en Reino Unido y en 10 países a los que exporta. Más allá de los rosados que son su nave insignia, en su portafolio cuenta con un Prosecco rosado, un Sauvignon Blanc, un Merlot y un Cava Brut Reserva Ecológico.

4. Un vino con tironeos

Es sin duda uno de los vinos más reconocidos en el mundo por su calidad y los nombres que hay detrás de la marca. Hablamos de Fleur de Miraval, que se elaboró con uvas de viñedos y de una bodega que son centro de disputa entre Angelina Jolie y Brad Pitt.
Ellos compraron juntos este château, ubicado a pocos kilómetros de Saint Tropez, e incluso la residencia fue escenario de su exclusiva boda. El valor económico y emocional de la propiedad, además de la calidad de su producción, lo posicionaron como trofeo de guerra en el divorcio y el juicio por la custodia de los niños.
Más allá de las cuestiones legales, hay que decir que Angelina y Brad pusieron mucho énfasis en este Fleur de Miraval. Es un rosado 75% Chardonnay maduras y 25% Pinot Noir jóvenes.
Quienes tuvieron el gusto de disfrutarlo confirmaron que tras él hay mucha investigación y estudio, además de notas picantes de grosella roja y frambuesa y un dejo de mineralidad.

El château ubicado a pocos kilómetros de Saint Tropez.

El detalle más interesante es que, para su elaboración, se usó el método Saignée. Consiste en extraer una parte del mosto de un vino tinto ya fermentado para crear dos productos finales, un vino rosado y un vino tinto.
Se sangra parte del vino tinto; este vino “desangrado” se vinifica y embotella como rosado. El valor de una botella ronda los u$s 300.

5. California no duerme

La cantante Fergie Ferguson, ex integrante de Black Eyed Peas, quiso darse el gusto y se unió a su padre para cumplir un sueño: Ferguson Crest, una bodega tipo boutique que elabora varietales de alta calidad. La finca se encuentra en el punto más alto de Solvang, con vistas al valle de Santa Ynez, al sur de California.
En este caso, la cantante puso más que su nombre ya que, desde 2006, el predio de seis hectáreas pasó a ser un gran sustento y forma de vida. Como datos más destacados de esta producción en Santa Bárbara resalta que sus viñedos son orgánicos y que usan prácticas sustentables.

Sus viñedos son orgánicos y que usan prácticas sustentables.

Entre los vinos más reconocidos de la marca se encuentra su Estate Syrah, a u$s 35 dólares, y un Viognier Vertical Flight, que se vende a u$s 84.

6. Glamour y perseverancia

Su particular belleza y talento la llevaron a ser musa de Buñuel, chica Bond e ícono de Chanel. Ahora, cuando todavía se mantiene el éxito de la serie que hizo para Netflix, “La Mantis”, Carol Bouquet también se da el lujo de ser una estrella en el sector vitivinícola.
Se define como una persona dedicada que busca reivindicar el trabajo agrícola, tanto en Francia como en Italia. Así es el sello que impuso la actriz para su marca de vinos Sangue d’Oro.
Su última creación es un vino dulce elaborado con métodos ancestrales de uva pasificada, en la isla volcánica de Pantelleria, frente a la costa de Sicilia.
“He encontrado el nombre en dos minutos, era una evidencia. La bandera siciliana es amarilla y roja. El oro es mi color y el rojo, el del vino. Es la sangre de mi tierra”, dijo.

Su última creación es un vino dulce elaborado con métodos ancestrales de uva pasificad

Esta versión es considerada uno de los mejores vinos dulces del mundo y se consigue a cambio de u$s 90.

7. Familia y tradición

La reina del Pop tiene tiempo para todo. Creadora de un estilo particular tanto en la música como en la vida, Madonna también guarda un especial vínculo con el vino. Esto se debe a Silvio Tony Ciccone, su padre, con quien comparte la producción de viñedos propios que se encuentran en la Península Leelanau, en Michigan.
Desde hace algunos años, cuentan con un portfolio de vinos tranquilos, aunque también han cobrado notoriedad gracias a un vino de postre y otro de cereza.
Muchos de sus fans la han visto en alguna de las visitas al establecimiento. Por tener una producción relativamente importante y diversa, sus vinos tienen un valor accesible.

Ha cobrado notoriedad gracias a un vino de postre y otro de cereza.

8. Con la bandera del Pinot

Ahora se centra en comercializar desde su página productos de belleza y para el hogar, pero hace unos años prefirió darle fuerza a un proyecto largamente soñado, que era la producción de vinos. Drew Barrymore (la nena de “E.T., el extraterrestre”) se alió con el enólogo Kris Kato de Carmel Road, un proyecto creado en 1999 para abocarse al Pinot.

Drew Barrymore se alió con el enólogo Kris Kato de Carmel Road.

Allá por 2015, Barrymore decidió involucrarse en cada paso del proceso de elaboración del vino y en tres años, produjeron tres: un Pinot Grigio (de la que vendieron más de 2000 botellas), un Blend Pinot Noir de Carmel Road Drew y un rosé.